Los más comunes son: Cambios frecuentes en la graduación Visión borrosa o distorsionada Sensibilidad a la luz Deslumbramiento al manejar de noche Dificultad para ver claramente aun con lentes nuevos Si presentas uno o más, es recomendable realizar una topografía corneal para descartar queratocono.

Si buscas una alternativa a los lentes de armazón, si haces deporte, trabajas mucho en computadora o deseas mayor comodidad visual, los lentes de contacto pueden ser una excelente opción. En tu valoración determinamos qué tipo de lente es el ideal para tu anatomía ocular, tu graduación y tu rutina diaria.

No. Los lentes de contacto son seguros siempre que se adapten correctamente y se usen bajo supervisión profesional. Los problemas ocurren cuando se usan lentes genéricos, sin revisión, o se les da un mal uso (dormir con ellos, mala higiene, tiempos excesivos). Con una adaptación personalizada y controles periódicos, no representan riesgo.

La primera revisión debe hacerse entre los 3 y 5 años y repetirse cada año. Si tu hijo se acerca mucho a la televisión, frunce los ojos, tiene dolores de cabeza o bajo rendimiento escolar, es importante revisarlo cuanto antes. La miopía infantil avanza rápido y detectarla a tiempo es clave.

Sí, pero requieren una evaluación más específica. Existen lentes diseñados especialmente para ojo seco, con materiales más hidratantes y tecnologías que retienen humedad. La Dra. evalúa tu película lagrimal para seleccionar el tipo de lente adecuado y evitar molestias.

Un examen común se enfoca principalmente en la graduación. Un examen especializado incluye estudios como: Topografía corneal Evaluación de lágrima Biomicroscopía Revisión detallada de la córnea Esto permite detectar condiciones como queratocono, miopía progresiva, irregularidades corneales o adaptaciones incorrectas.